Protagonistas: Sam Rasheed y Kim
Argumento: Sam Rasheed necesitaba una decoradora de interiores para su casa y Kim era diseñadora y, además, necesitaba trabajo. En principio, parecía sencillo, pero, cuando se encontraron frente a frente, Kim supo que primero tendría que convencerlo de que la alocada jovencita a la que él había rechazado hacía once años era ahora una mujer de negocios responsable y capaz de controlarse. Y, sobre todo, iba a ser complicado demostrarle que tenía todo bajo control si él seguía acercándosele tanto...
Hice un ejercicio con este vuelo. Resulta que me pareció tan placentero, que quise hacer los comentarios casi a la par que iban pasando las horas en el aire. No recuerdo haber viajado antes con esta piloto, pero quiero repetir.
Me encantan los personajes principales.
Ella es abierta, simpática, aventurera. Él es un jeque, reservado, pero para nada machista, la trata bastante bien, y algo tímido en cuanto a relaciones serias.
Los protagonistas se conocieron hace once años, ella se intentó ligar con él, pero con 15 años, rebotó estrepitosamente, pero en lugar de tomarlo como un trauma, en cuanto se reencuentran, hablan del tema sin ningún prejuicio. Ella es una chica conversadora, que quiere volver al oriente, lugar donde pasó parte de su infancia por el trabajo de los padres; él ha pasado los últimos 10 años viajando por el mundo, sin echar raíces, motivo por el cual, y aprovechando que por cuestiones de trabajo va a pasar 5 años en un mismo lugar, quiere tener un hogar (no sólo una casa), y ahí entra ella. El primer diálogo entre los protas es muy gracioso, con el hermano de ella metiendo bocadillos. Bah, en realidad, casi todos los diálogos entre ellos están muy bien. En realidad, quisiera comentar casi todas las escenas, jeje
Para no hacerla larga, si ella tiene un problema, lo habla con él; si algo le molesta, lo soluciona. Él por su parte, bien podría haber malinterpretado un montón de situaciones, pero, en lugar de hacerse la película, presta atención.
En definitiva, un vuelo fresco, con buena tripulación de abordo, un destino que no hay que perderse.