Cuando recibí ese mensaje me emocioné mucho... tanta cosa vino a mi mente...como deberíamos intentar ser mejores como seres humanos y como, lamentablemente, muchas veces ni intentamos...en ese mundo tan loco acabamos dejando para tras cosas realmente importantes...
Es con mucho cariño qué yo comparto con vosotras, mis amigas virtuales (¡pero ni por eso menos importantes!!!), ese mensaje. ¡Un beso grande en el corazón!!!
La Marca de Amor
Un niño tenía una cicatriz en el rostro, las personas de su colegio no hablaban con él ni sentaban a su lado, en la realidad cuando los colegas de su colegio lo veían fruncían la frente debido a la cicatriz ser muy fea.
Entonces la pandilla se reunió con el maestro y fue sugerido que aquel niño de la cicatriz no frecuentase más el colegio. El maestro llevó el caso a la directoria del colegio.
La directoria oyó y llegó a la siguiente conclusión: Que no podría sacar el niño del colegio, y que conversaría con el niño y él sería el último a entrar en clase, y el primero a salir, de esta forma ningún alumno miraría el rostro del niño, sino que mirasen para detrás.
El maestro pensó que era una magnífica idea de la directoria, sabía que los alumnos no mirarían más para detrás.
Llevado al conocimiento del niño de la decisión él prontamente aceptó la imposición del colegio, con una condición: Que él comparecería delante de los alumnos clase, para decir lo por que de aquella CICATRIZ.
La pandilla concordó, y en el día siguiente el niño entró en clase se dirigió para a frente de clase y empezó a relatar:
“Sabe, yo entiendo a vosotros, en realidad esta cicatriz es muy fea, pero yo contaré como la adquirí:
- Mi madre era muy pobre y para ayudar en la alimentación de casa mi madre planchaba para otras personas, tenía a eso de 7 a 8 años de edad...”
La pandilla estaba en silencio atenta a todo.
El niño continuó: “además de mí, habían más 3 pequeños hermanos, uno de 4 años, otro de 2 años y una hermana con apenas algunos días de vida.”
Silencio total en sala.
-... “Fue ahí que no sé como, nuestra casa que era muy simple, hecha de madera empezó a quemarse, mi madre corrió hasta el cuarto en que estábamos agarró mi hermano de 2 años en el cuello, yo y mí otro hermano por las manos y nos llevó para afuera, había mucho humo, las paredes que eran de madera, estaban con fuego y estaba muy caliente... Mi madre me puso sentado en el suelo con mis hermanos y me dijo para quedarme con ellos hasta que ella volviera, pues mi madre tenía que volver a coger mi hermana que continuaba allá adentro de la casa en llamas. Solo que cuando mi madre intentó entrar en la casa en llamas las personas que estaban allí, no dejaron mi madre buscar mi hermana, y yo veía mi madre gritar:
"¡Mi hija está allá adentro!" Vi en el rostro de mi madre la desesperación, el horror y ella gritaba, pero aquellas personas no dejaron mi madre buscar mi hermana... Fue ahí que decidí. Cogí mi hermano de 2 años que estaba en mis piernas y lo puse en las piernas de de mi hermano de 4 años y le dijo que no saliese de allí hasta que yo volviera. Salí de entre las personas, sin ser visto y cuando percibieron yo ya había entrado en la casa. Había mucho humo, estaba muy caliente, pero yo tenía que coger mi hermana. Sabía el cuarto en que ella estaba. Cuando llegué allá ella estaba envuelta en una sábana y lloraba mucho... En este momento vi cayendo algo, entonces me eché encima de ella para protegerla, y aquella cosa caliente cayó en mi rostro...”
La pandilla estaba quieta atenta al niño y avergonzada entonces el niño continuó:
- “Pueden pensar que esta CICATRIZ es fea, pero tiene alguien allá en casa que piensa que es linda y todo día cuando llego a casa, ella, mi hermana me besa porque sabe que es la marca de AMOR.”
Varios alumnos lloraban, sin saber lo que decir o hacer, pero el niño fue para el hondo de la clase e simplemente se sentó.
Para ti que leyó esta historia, quisiera decir que el mundo está lleno de CICATRICES.
No hablo de la CICATRIZ visible pero de las cicatrices que no se ven, estamos siempre listos a abrir cicatrices en las personas, sea con palabras o nuestras acciones.
Hace aproximadamente 2000 años Jesús CRISTO, adquirió algunas CICATRICES en sus manos, sus pies y su cabeza.
Esas cicatrices eran nuestras, pero Él, saltó encima de nosotros, nos protegió y se quedó con todas nuestras CICATRICES.
Ésas también son marcas de AMOR.
Jesús te ama, no por quien eres, sino por lo que eres, y para Jesús tú eres la persona más importante de este mundo.
¡Nunca se olvide de eso!
¡Dios está en el control! ¡Tenga fe!!!