EL TARRITO
Un viejito va al médico a preguntarle si puede tener hijos con su esposa de 60 años. El médico le da un tarrito y le dice que le traiga al
día siguiente una muestra de semen. Cuando vuelve, el viejito le dice:
-Doctor, no he podido traerle la muestra de semen
- ¿Lo ha intentado?
-Sí, doctor.. Primero con la mano derecha, después con la izquierda. Luego lo intentó mi esposa, primero con las dos manos y luego con los dientes, pero no hubo forma. ¡No pudimos abrir el tarrito!
EN LA DUCHA
El viejito se está bañando cuando de pronto siente que su pene comienza a endurecerse y llama a su viejita:
-¡¡Jacobita!! ¡¡¡Jacobitaaaaaaa!!! ¡Ven pronto!La viejita va corriendo al baño y cuando ve este espectáculo le dice al viejito: -¿Me desnudo, me desnudo? - pregunta con emoción la viejita-¡Déjate de pendejadas y ve rápido a buscar la cámara para tomar una foto que probablemente sea la ultima vez!
EN MISA
El padre dice en la misa:-Sí tienen fe se sanarán. Pongan su mano sobre la parte afectada y el milagro ocurrirá. Una pareja de viejitos esta oyendo el sermón y el viejito baja la mano con disimulo y la pone entre sus piernas. La viejita lo ve y le dice: -Viejo, el cura dijo milagro, no resurrección.
¡CUÁNTAS CANAS!
Se desnudan el viejito y la viejita, y dice el esposo todo sorprendido: -¡Ay, mi amor! ¡Cómo tienes de canas allá abajo! -No son canas, son telarañas. ¡Viejo inútil!
¡EN TRATAMIENTO!
Estaban en una reunión familiar y les dicen a los abuelos:-Bueno, y ¿cómo va su vida sexual? A lo cual la viejita contesto: -Pues estamos en tratamiento.-¿Cómo que en tratamiento?- Pues sí: él trata y yo miento.
VISITA CONYUGAL
Llega una viejita a la cárcel el día de la visita conyugal y le dice al guardia: -Señor yo vengo a la visita conyugal -El guardia asombrado le pregunta: ¿Pero señora, con quién?-Con cualquiera, con cualquiera.
LA RANA Y EL VIEJO
Estaba un viejito por el bosque cuando escuchó a sus pies una débil voz. Se agachó y descubrió que quien le hablaba era una ranita: -Soy una princesa hermosa, erótica y sensual, diestra en todos los placeres de la carne y el amor. La reina mala, envidiosa de mis encantos, me convirtió en rana, pero sí me das un beso, volveré a ser quien era y te daré todos los goces y deleites que mi voluptuoso temperamento y mi ardiente concupiscencia pueden producir. El viejito levanta la rana y se la echa en el bolsillo. Asoma la cabeza la
ranita y le pregunta muy desconcertada:-¿Qué? ¿No me vas a besar?-¡No! - Respondió el viejecito - A mí edad es más divertido tener una rana que habla, que una maniática sexual.