Cox, Maggie - Una historia de cine (2007)Título original: The Spaniard's marriage demand (2007)
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Bianca 1759Género: Contemporáneo
Protagonistas: Leandro Reyes e Isabel Deluce
Argumento:Con la llegada del amanecer, se dio cuenta de que no era más que otra de sus conquistas…Los atractivos rasgos de Leandro Reyes y su poderosa presencia hacían que las mujeres se volvieran locas por él. Era uno de los más importantes directores de cine españoles, por lo que sin duda podría tener a la mujer que deseara. Sin embargo, Isabel sintió que era diferente a todas las demás.
La noche de pasión que compartieron tuvo una consecuencia que Leandro no podría ignorar. Y no lo hizo, sino que tomó una decisión: pedirle a Isabel que se casara con él.
Crítica:Una vuelo esteriotipada sobre el machismo del "macho español" y el ñoñerismo de la "doncella inglesa".
Si bien han introducido elementos no muy comunes, como que la protagonista es nieta de un señor español y por ende su padre español (
pero eso no se aclara), lo que me extraña es que el apellido que usa la chica y el del abuelo no coinciden, cuando lo normal es que en Inglaterra se ponga el apellido del marido.
Otra cosa curiosa en esta vuelo es que la hermana de la protagonista, hija del segundo marido de la madre, usa un nombre latino, Emilia, cuando su padre es americano. No me extrañó que la protagonista se llamara Isabel, puesto que su padre era español (
en teoría).
Y volviendo a los datos curiosos o extraños, hay que tener en cuenta algunos nombres que se usan como comunes en España. Perdita.
¿Perdita? ¿Cómo? Si bien es cierto que es un nombre latino, no es común en la península. A veces me pregunto que investigaciones realizan estas autoras para escribir sus manuscritos. (
Que quede claro que me he ido a la guía de teléfonos y me he puesto a buscar tal nombre). Aunque si que ha dado en el clavo con los demás… Rafael, Alfonso, etc.
A su favor hay que destacar que habla del Camino de Santiago y nombra la Puerta de la Gloria, que sabe de la existencia de Pontevedra e incluso Madrid. Hace un recorrido por las costumbres españolas, como el ir de tapas, el cenar tarde (incluso a las 11 de la noche), o la costumbre de salir de los españoles sin importar que día de la semana es con la consiguiente mala costumbre que tenemos de dormir poco (a veces solo unas 3 horas). Y en su contra, los estereotipos típicos, como el tener un mantón andaluz sobre el sofá (
a ver, españolas, ¿quién no tiene extendido un carísimo mantón en el sofá para que todos se sienten encima?), o que aquí se baila todo con flamenco de fondo (
hay una escena en que le pide a ella que bailen juntos, y claro, ¿Qué se va a poner? ¿música suave de fondo? ¿algo romántico? No, señoras, no. Se pone un buen cante jondo flamenco, ¿a que eso lo hacemos todas, a que si? Ainsss!!!!)
Me mata la fama de controladores, autoritarios, déspotas, mandones y un sin fin de epítetos más que se le colocan al macho español (aunque ésto generalmente se extiende a los latinos en general). Nuestro protagonista, Leandro, primero se aísla en si mismo, no confía en ella, pero eso si, no deja de decirle lo que es mejor para ella, y lo que debe hacer. Que deje su trabajo, su vida, su amigos y se vaya con él a una casa en Madrid (
por las descripciones debe de ser en la Sierra o en las afueras), y que le espere allí mientras él trabaja. ¿Y que hace ella? Adivinen… se va detrás de él.
Agggghhhhh. Por no decir que ella se declara pero él no puede hacerlo ya que no quiere ser expuesto a que le hagan daño. (
Será capullo). Sí, vale, él ha perdido a su padre, pobre… sí, vale, es un director de cine de éxito y la gente se arrima a él por la fama... ¿y? ¿se supone que eso lo justifica? Lo siento, pero para mi no.
Atención a esto:
—¿Entiendes que vas a tener que aceptar casarte conmigo? —dijo él autoritariamente antes de recostarse en la silla y suspirar—. Lo entiendes, ¿verdad?Esa es la única petición de matrimonio que nuestra insípida protagonista va a oír en toda la vuelo. Deprimente. Porque sí, y al final, justo en la última página, él se da cuenta de que la quiere (
toquen tambores), justo cuando ella esta haciendo las maletas (
lástima que no las hiciera antes), y se lo dice y ella llora y le perdona y ya es feliz.
Pero no se porqué tengo la sensación de que os va a encantar a la mayoría de las lectoras. Estoy segura. Así que anímense y léanla, espero sus comentarios.
tere