Hola, estoy releyendo algunos vuelos de S Kendrick y es curioso cómo en dos vuelos aparece el relato de una misma escena y solo tienen en común los nombres.
En el vuelo El italiano y su ama de llaves, los protagonistas cenan con dos amantes, que protagonizan el vuelo de El rey de las arenas
En el primero, la escena se desarrolla así:
La mujer que llegó sin apenas hacer ruido no era el prototipo de diosa rubia que le gustaba al jeque. Tenía el pelo marrón oscuro y la cara pálida.
—Llegas tarde —le dijo Zahid.
—Perdóname —se disculpó la mujer, mirándolo con recriminación—. Zahid… ¿no nos vas a presentar?
—Éste es Raffaele de Feretti, un colega de negocios, y ésta es su novia, Natasha…
—Phillips —introdujo Natasha al darse cuenta de que seguramente Raffaele no lo sabía.
—Ésta es Francesca —continuó Zahid.
—Hola —dijo la mujer, sonriendo.
Natasha se percató de que no les dijo quién era Francesca ni qué relación les unía. ¡Ni siquiera les había dicho el apellido de la mujer! Lo que estaba claro era que aquella mujer hacía caso omiso del silencioso enfado de Zahid.
Mientras hablaba con el jeque y con la enigmática Francesca, con quienes era muy fácil conversar, notó cómo Raffaele la estaba mirando. Y, aunque lo intentó, no pudo evitar que su cuerpo reaccionara ante aquel escrutinio.
Se preguntó si él se estaría dando cuenta de que le estaba poniendo la carne de gallina y de que sus pechos estaban ardientes de deseo, como si no quisiesen otra cosa que ser tocados y besados por él. Pero, aunque lo supiera, lo que no sabía era cómo le había robado el corazón…
Sintió que su amor por él era más fuerte que nunca, y se sintió debilitada ante el deseo que le recorría el cuerpo. Era como si quisiera hacer desaparecer a todos los demás que allí había y quedarse a solas con Raffaele para que la tumbara en el suelo y… y…
Pero supo que él se había percatado de lo inquieta que estaba ella ya que la estaba mirando de manera provocadora…
—¿Natasha? ¿Quieres probar este sorbete de mango? —preguntó Francesca—. Apenas has comido nada.
—Natasha no tiene mucho apetito —dijo Raffaele con un travieso brillo en los ojos—. Me pregunto por qué.
Consciente de que todos la estaban mirando, Natasha aceptó lo que le ofrecían. Por lo menos el sorbete estaba deliciosamente helado…
No dejaba de pensar en que el tiempo estaba pasando y que en poco rato tendría que volver a la enorme suite que compartía con Raffaele. ¿Y entonces qué…?
Tras probar un poco de los deliciosos manjares que les ofrecieron, observó cómo el jeque cerraba los ojos y pensó que tenía aspecto de estar muy cansado.
—Me vais a perdonar si me retiro —dijo Zahid. Entonces miró a Francesca—. Vamos.
Francesca vaciló un poco antes de levantarse. Entonces sonrió forzadamente a Raffaele y a Natasha.
—Perdonadme —murmuró antes de marcharse.
En el segundo el diálogo aparece en la pág 82 (que no he podido copiar) y en él sí se presenta a la mujer con el apellido y además no hay diálogo porque "Rafaelle y su novia parecían haber bebido demasiado". Vamos nada que ver. Lamento no poder haber copiado el pasaje, pero salía un texto incomprensible.
Supongo que la diferencia ya viene de los originales de la piloto...