Antes de empezar a leer ya sabía que la tercera entrega de esta "trilogía" no iba a ser la última. Varios comentarios por la red habían alertado del
estiramiento de la historia a un par de vuelos más. Si es responsabilidad de la autora, de la editorial o de ambas, no lo sé, pero me parece una actitud poco seria y tremendamente desconsiderada hacia los lectores. El
money manda.
Y ahora al vuelo...
Empieza exactamente donde se quedó el segundo.
Eva ya sabe lo que ha hecho
Gideon (y nosotros también
). A partir de ahí van a necesitar mostrarse cautelosos y no publicitar su relación hasta que las aguas, y también los periodistas, se calmen.
Una parte importante de la historia está centrada en ellos dos, en sus encuentros y sus recelos. Se avanza poco pero supongo que eso es el resultado obvio del mencionado
alargamiento a cinco. La autora nos describe su relación llena de pasión, sensualidad y romanticismo.
El personaje de Eva se fortalece en esta entrega, más resuelta que nunca a valerse por sí misma. Conocemos más sobre su familia y las sombras en la relación con su madre. Gideon, en cambio, se nos suaviza. Lo vemos más entregado y romántico, dispuesto a hacerla feliz. La llama "cielo" y todo.
Los personajes secundarios son importantes en esta entrega:
La ya mencionada familia de ella se entromete varias veces en el juego y nos permite conocer y comprender mejor de dónde procede Eva.
Cary, el amigo de Eva, protagoniza triángulo amoroso con sorpresa.
Bret, el ex, regresa y lo intenta. Esa relación que tuvo con Eva va a traer muchos problemas y complicaciones.
Hasta Megumi, la compi de trabajo de Eva, sazona la historia con una intriga no resuelta.
Está escrita como las anteriores, con un lenguaje sencillo y directo que atrapa y facilita la lectura hasta el final. La autora nos deja varios frentes abiertos cuyo desenlace queremos conocer. Y lo más importante, ver hasta dónde llegan en su apasionada relación nuestros dos protagonistas. Ojalá no tarde demasiado.
Hasta la próxima.