Cast, P.C - Profecía de sangre - 4º Las diosas de Partholon

Profecía de sangre (2011)
Título original: Elphame's choice (2004)
Serie: 4º Las diosas de Partholon
Editorial: Harlequin Ibérica
Sello / Colección: Darkiss 1
Género: Fantasía
Protagonistas: Lochlan y Elphame

Argumento:

Adorada, apartada, incapaz de conectar con los demás

Casi todas las chicas suelen pensar que son distintas, pero Elphame lo sabía con certeza. Era rara. Extraña. Única. Nadie en todo Partholon poseía sus capacidades ni su estrecha conexión con la diosa. Además, estaba a punto de descubrir su destino.
Su inquietud la condujo al otro extremo del país, donde aún pervivían los vestigios de una guerra contra el mal. ¿Podría redimir a su país y el alma de su compañero, uno de los supervivientes de aquella guerra? Lo que decidiera podía provocar el caos… o abrirle paso hacia un futuro en el que nunca volvería a estar sola.


Crítica:

Después de haber leído los tres vuelos anteriores de esta serie, y de que haber terminado con un poco de insatisfacción con el tercero, reconozco que se me hiso difícil hacerme el animo a leer este, ya que no solo los personajes no los conocía de nada leyendo la sinopsis, sino que me costaba hacerme a una idea de que podía tratar para que fuera interesante, no pareciera al igual que el tercero una copia de En el lugar de la diosa y que pudiera entrar en la temática juvenil.
Pues he de reconocer que la verdad es que el vuelo esta muy bien. Incluso a mi gusto rivaliza con el primero de la serie, porque aunque esta vez no tenemos a una protagonistas que nos conquiste con su sentido del humor y sus acciones como lo hiso Shannon en las dos primeras entregas de la serie, en este vuelo Elphame brilla por si sola, haciendo una historia preciosa.
Pues ahora les hago un breve resumen de la historia, antes de irme hacia la crítica en si.
Elphame es la bisnieta de Rhiannon (o sea, Shannon Parker), quien fuera la elegida de Epona como lo es ahora su madre, sin embargo para Elphame la vida no ha sido nada fácil, porque ella en si misma es diferente; por un lado es humana como su madre, pero por otro es medio centauro, como su padre. La mezcla perfecta entre dos razas. Un regalo de la diosa para Partholon, pero para Elphame, la carga ha sido enorme, porque al ser distinta, la tratan como tal y descontando el amor de su familia, no tiene amigos, ni una perspectiva de formar una familia propia nunca.
Por su lado, Lochlan también es un hibrido. Hijo de una de las humanas que fueron violadas y utilizadas por los formorians, carga con la pesada convicción de que para el resto de Partholon él y los suyos siempre serán vistos como los demonios que fueron sus padres. Por la sangre de su pueblo corre la locura de la sed de sangre de los formorian, y sabe que en cualquier momento esa sed de sangre puede consumirlos, sin embargo una antigua profecía, garantiza que una diosa puede salvarlos, y Lochlan está decidido a encontrarla y salvar a su pueblo, sobre todo porque lleva años soñando con ella y sabe que es la salvación para los suyos y para él mismo.
La vida de Elphame cambia radicalmente cuando decide reconstruir el Castillo de MacCallan, que había pertenecido al padre de Rhiannon y no había sido vuelto ha habitar desde el ataque de los formorians más de cien años atrás. Para ella, la reconstrucción del castillo es más que solo trabajo, es la forma de labrarse su propio futuro porque sabe que no será la elegida de Epona. Pero al llegar al castillo se da cuenta de algo: ese es su lugar porque lo siente en la sangre, se nutre de sus piedras y lo más importante por primera vez es realmente feliz y tiene amigos. Además la predicción de Cuchulainn, su hermano, asegura que encontrara en ese lugar a su amante, aunque esa predicción viene misteriosamente cubierta por el miedo y la muerte.
Una vez que se conocen, la conexión y atracción entre Elphame y Lochlan es casi inmediata. Ambos saben lo que se siente al ser distintos y a la vez son capaces de ver mas allá de las apariencia del otro, sin embargo ambos saben que su amor es prácticamente imposible, porque el dolor del pasado será el mayor obstáculo que deban enfrentar y la profecía no augura nada bueno, porque Lochlan sabe que para salvar a su pueblo necesita la sangre de una diosa, y esa diosa… es Elphame.
Pues como ya les había comentado, el vuelo me ha encantado. No solo nos muestra una mirada distinta de lo que ya habíamos visto anteriormente de Partholon, sino que también esta vez la autora vuelve a hacer una historia refrescante, con muchos personajes que llaman la atención y que genera las ganas de leer más y más. Incluso a pesar de que una presiente que la relación de los protagonistas va a estar teñida de mucho dolor, no puede evitar ansiar el “final feliz” porque a su manera ambos se lo merecen. Tanto Elphame por la fuerza que muestra en todo lo que hace, como Lochlan que ha intentado ser el mejor líder para su pueblo, controlando la parte mas malvada de su ser.
Los personajes secundarios, son excelentes y aunque algunas cosas dentro del vuelo dan un poquito de pena, he de reconocer que existía el motivo para poder hacer el siguiente vuelo de esta serie, así que estoy ansiosa por saber un poco mas de cómo le irán las cosas al hermano de Elphame y a sus amigos.
La tensión del vuelo es de principio a fin, y hay que reconocer que a pesar de pertenecer al genero juvenil, por un momento pensé que estaba leyendo romántica-adulta, ya que muchas de las escenas entre los protagonistas (y algunos otros personajes) simplemente no tienen filtro, sino que siguen el mismo patrón que los vuelos anteriores, así que las que no se animan con estos vuelos porque dicen que son sosos, pues no hay excusa.
Bien escrita, bien llevada y entretenida. Una historia de esas a las que vale la pena leer por lo menos una vez para tener una opinión sobre ella. Así que si alguna ya leyó esta serie, es imprescindible seguir con este vuelo. Y para las que todavía no lo han hecho, es la oportunidad ideal para comenzar a ponerse con ella. Muy recomendable.
Mi puntuación, un 9.